Después de aprovechar las piñas que los niños/as trajeron con la llegada del otoño para realizar diferentes juegos y actividades, llegó el momento de convertirlas en piñas de navidad. Así que nos pusimos manos a la obra y las pintamos de color dorado.
Una vez que se secaron, preparamos nuestros centros de mesa con ellas. ¿Qué os parecen?
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