Una vez trabajado el cuerpo y el nacimiento de los dinosaurios, nuestra investigación se ha centrado en la alimentación de los dinosaurios. Así, hemos podido descubrir que no todos se alimentaban igual.
Carlos y Laura Ponce nos traen información a clase sobre los dinosaurios carnívoros. Son los que se alimentan de la carne de otros dinosaurios o de algunos mamíferos que existían en la Era Mesozoica.
Nos explican que eran bípedos, o sea, que se desplazaban con dos patas, las traseras. Las patas delanteras eran más cortas y tenían unas poderosas garras que utilizaban junto a sus afilados dientes para atacar a sus presas.
Laura Piña y Jesús investigan junto a sus familias los dinosaurios herbívoros. Son los que se alimentan de hojas y plantas, que trituran con sus dientes planos. Sin embargo, algunos de estos dinosaurios no tenían dientes por lo que tenían que tragar unas piedras llamadas gastrolitos, cuya función era triturar las hojas y plantas en el estómago.
Estos dinosaurios eran cuadrúpedos, se desplazaban con sus cuatro patas y, cada uno de ellos, poseía alguna parte del cuerpo que le servía como defensa de los ataques de los carnívoros. Por ejemplo, el triceratops poseía un collar de huesos alrededor de su cabeza y tres cuernos en su cara; el estegosaurio una gran cantidad de placas y púas en su espalda y cola; el anquilosaurio tenía una gran armadura por todo su cuerpo y un mazo al final de su cola...
Por último, Alegría y Manuel han investigado los dinosaurios omnívoros. Son aquellos que se alimentan de carne de otros animales, huevos de dinosaurios, plantas... ¡Comen de todo!
Tienen algunas características comunes como la velocidad con la que se desplazan sobre sus dos patas traseras, sus cabezas pequeñas, sus cuerpos que nos recuerdan a los de un avestruz...
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